29/9/09

Hola, mis estudiantes juiciosos de once B
Aquí les dejo una lectura que aunque es un poco extensa, les gustará mucho, porque enriquecerá sus conocimientos de sociales y podrán relacionarlos con la tecnología.

Deben leer y analizar el texto cuidadosamente, y realizar un paralelo al final entre el subdesarrollo y el desarrollo de los países, explicando claramente los factores que inciden negativamente que impiden el progreso de estos, al igual, deben clasificar los países de acuerdo a su categoría de desarrollo, determinando las causas de su avance o de su estancamiento.
Además, redactar una conclusión sobre el tema, donde manifiesten su postura al respecto.


EL DESARROLLO Y EL SUBDESARROLLO DE LOS PAISES

El término país desarrollado se refiere a países que han logrado un alto grado de industrialización (actualmente o históricamente), y cuyos habitantes disfrutan de un alto estándar de vida, gracias a la riqueza y al desarrollo tecnológico. El índice que mide el desarrollo de los países es el IDH, el cual ubica a Noruega e Islandia como los 2 países más desarrollados del Mundo.
Otros sinónimos utilizados comúnmente son: países industrializados, países con mayor desarrollo económico y países del primer mundo. A aquellos países que no pertenecen a este grupo se les llama comúnmente países en vías de desarrollo, países subdesarrollados, y países del segundo o tercer mundo.


DIFERENCIAS ENTRE EL MUNDO DESARROLLADO Y EL SUBDESARROLLADO

La diferencia de desarrollo entre países se debe a múltiples causas, no únicamente a las de tipo económico. Esas causas tienen a la vez un origen interno como externo.
No todos los Estados tienen el mismo grado de organización social, similares estructuras productivas, parecidos recursos financieros, ni modos de vida equiparables. En la actualidad, dos realidades contrastan bruscamente: la de los países desarrollados y la de los países subdesarrollados o en desarrollo. El 80% de la población mundial vive en este segundo grupo.

MUNDO DESARROLLADO

Los países desarrollados tienen una alta renta per cápita, es decir, unos elevados ingresos medios por persona por encima de los 10.000 dólares anuales; una industria potente y tecnológicamente avanzada; un alto nivel de vida, que se refleja en el desarrollo de las infraestructuras y en la cantidad y calidad de servicios sanitarios, educativos, culturales, etc. además, una buena parte de la población mantiene un elevado nivel de consumo.

MUNDO SUBDESARROLLADO

Los países subdesarrollados tienen una baja renta por habitante, que normalmente no alcanza los 2.000 dólares anuales; un desarrollo industrial escaso o incipiente, pero que, con frecuencia, depende de la inversión exterior y está basado en la mano de obra batata y en el alto consumo energético; recursos naturales destinados fundamentalmente a la exportación; una fuerte dependencia del exterior en tecnología, comercio y créditos; un reducido nivel de vida, con servicios de baja calidad e inaccesibles a una gran parte de la población; deficientes infraestructuras; un elevado índice de analfabetismo; un crecimiento demográfico muy elevado; y un bajo nivel de consumo. Además, la inestabilidad política, la corrupción y la desigualdad social son corrientes en estos Estados.

MAPA HISTORICO DEL DESARROLLO

Tras la Segunda Guerra Mundial se comenzó a hablar de subdesarrollo, para referirse a los países pobres. Generalmente, este término se usa en un sentido evolutivo: así, Naciones Unidas denomina a los países como países en vías de desarrollo o en desarrollo, por contraposición a los países desarrollados.
Hacia 1950, Alfred Sauvy utilizó la expresión «Tercer Mundo» para designar a los países pobres, comparándolos con el «Tercer Estado», el estamento más bajo de la sociedad francesa a fines del siglo XVIII
A mediados de 1970 surgió el término «Sur» para referirse a los países pobres considerados como un hemisferio “Sur” mientras que los desarrollados constituían el hemisferio norte, aunque en ambos hemisferios hay todo tipo de países. Posteriormente se los llamó “periféricos” a los países que se sitúan en una posición de dependencia de los países del “centro o centrales” que ejercen un papel dominante. No obstante, los conceptos Norte y Sur no describen exactamente dos hemisferios geográficos, pues algunos países del hemisferio sur presentan un altísimo desarrollo, mientras otros del hemisferio norte tienen un desarrollo escaso.
Los países más desarrollados son principalmente gran parte de los Estados europeos, Canadá, Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda. Un desarrollo intermedio es el que presentan Rusia y unas repúblicas soviéticas: Brasil y ciertos países de Iberoamérica sumidos en una prolongada crisis tras décadas de prosperidad; y algunos asiáticos que empiezan a crecer, como Malasia y Singapur.
En el extremo opuesto se encuentran los países más pobres del planeta, que se localizan en Asia meridional y oriental (Afganistán y Pakistán), en Centroamérica (Haití) y, sobre todo, en el África subsahariana.

FACTORES QUE CONDICIONAN EL SUBDESARROLLO

Al valorar las desigualdades existentes entre los países, hay que tener en cuenta muchos factores y no solamente los indicadores económicos. Hay condicionantes históricos, aquellos que se refieren a la evolución política, los que dependen de las características físicas y los recurso naturales, etc. Ninguno de ellos actúa por separado como una causa única, sino que se conjugan e interactúan entre sí. Los principales factores que condicionan el subdesarrollo son los siguientes:

El Reparto de la Riqueza:
En los países más pobres, las situaciones de pobreza extrema son numerosas: millones de personas pasan hambre y carecen de los servicios sanitarios, educativos, etc., más básicos. Iberoamérica es un claro ejemplo de la desigualdad en la distribución de la riqueza. Existe una minoría con grandes recursos económicos que controla los negocios, posee las mejores tierras y suele ocupar los puestos dirigentes del país o, al menos, influir decisivamente en las medidas políticas que se adoptan.
Por ejemplo, en Brasil, un 1 % de los propietarios posee casi la mitad de las tierras cultivables del país, con haciendas de más de 1.000 hectáreas que no siempre explotan en su totalidad. Frente a ellos, un 53% de propietarios tiene el 3% de las tierras, y el tamaño de sus parcelas oscila entre 1 y 10 hectáreas. En el extremo opuesto, existen 20 millones de campesinos sin tierras, que trabajan para los terratenientes, con frecuencia en condiciones de semiesclavitud.
Al igual que Brasil, Venezuela es un país de grandes contrastes; mientras la mayoría de la población difícilmente puede subsistir y un tercio de la misma vive con menos de dos dólares diarios, una minoría posee grandes fortunas. Venezuela es el sexto país productor de petróleo del mundo, pero esta riqueza apenas revierte en la mayoría de la población. Lo mismo ocurre con Perú, Colombia, Ecuador, etc.

La colonización histórica:
La colonización de territorios por parte de las potencias más poderosas es un fenómeno que se ha venido repitiendo a lo largo de la historia. Sin embargo, este proceso alcanzó su máximo desarrollo a partir de la conquista de América en el siglo XVI, y culminó en el siglo XIX coincidiendo con la revolución industrial. Se consolidó así el dominio político y económico de las potencias europeas sobre la mayoría del mundo: América, Asia, África y Oceanía. Las metrópolis importaban de sus colonias las materias primas que necesitaban para alimentar sus industrias, a la vez que exportaban los productos fabricados. Se creó así un sistema económico desigual. Cuando las colonias alcanzaron su independencia, muchas de ellas siguieron manteniendo la dependencia económica, financiera, industrial y tecnológica de sus antiguas metrópolis y de otros países ricos.

La Deuda Externa:
Algunos países recibieron ayudas para mejorar sus estructuras productivas en forma de préstamos por parte de instituciones financieras internacionales y de los países más ricos. Los intereses de esos préstamos han resultado muy elevados, por lo que hay Estados que han contraído una deuda altísima a lo largo de los años. Como tienen que destinar una parte muy importante de sus recursos económicos a la devolución de la misma, se encuentran con un fuerte obstáculo a sus posibilidades de desarrollo. En caso de incumplir sus obligaciones de pago serían excluidos de futuros préstamos.

La dependencia tecnológica:
La falta de tecnología propia y de capacidad para asimilar la de los países desarrollados coloca a los más pobres en una posición muy desfavorable en el mercado mundial, ya que no pueden producir de forma competitiva. Además los avances tecnológicos han dejado obsoleta una parte importante de la producción de estos países, lo que ha supuesto una reducción de sus exportaciones y por tanto, de sus ingresos. Por ejemplo, el caucho natural ha sido sustituido por productos sintéticos, y el cobre, utilizado para las comunicaciones, está siendo reemplazado por la fibra óptica.
A todo eso se une que las personas altamente cualificadas apenas pueden desarrollar su labor en sus países de origen y son absorbidos por grandes corporaciones para trabajar en el mundo desarrollado.

El elevado crecimiento demográfico:
La natalidad se mantiene elevada en la mayoría de los países más pobres, mientras la mortalidad se ha reducido, provocando un fuerte crecimiento demográfico. Pero los alimentos disponibles no han crecido en la misma proporción. Por ello, los países pobres no pueden satisfacer las necesidades de toda la población, comprometiendo su futuro desarrollo.

Salud y educación deficientes:
Las enfermedades y las hambrunas conllevan a importantes riesgos sanitarios para un país a corto plazo, y tienen un fuerte impacto a largo plazo. Los adultos enfermos y que presentan mal nutrición abandonan sus trabajos y las familias dejan de tener ingresos. Muchos niños se ven obligados a trabajar en sustitución de sus padres enfermos y a abandonar la escuela. La salud de estos niños se resentirá y su falta de formación les impedirá optar a un trabajo mejor en el futuro. En consecuencia, los habitantes de los países presentan un bajo nivel de formación.

Los desiguales intercambios comerciales:
Los países subdesarrollados sufren el bloqueo de sus exportaciones agrícolas por parte de los países ricos, que protegen su producción mediante subvenciones a sus agricultores, lo que les permite rebajar los precios de estos productos en el mercado mundial. Igualmente, los países encuentran barreras a sus exportaciones de textiles, alimentos procesados, bebidas y otros productos que de no ser así, podrían ser competitivos.
Además, los países desarrollados presionan para que los países pobres supriman los impuestos sobre las exportaciones occidentales, normalmente productos manufacturados. La entrada de estas manufacturas de calidad dificulta el desarrollo de una industria propia.

La guerra:
Los conflictos armados, a menudo sostenidos por los propios gobiernos, suponen en muchas ocasiones la devastación de los países. Además de las pérdidas de vidas humanas y económicas, las naciones que sufren estos conflictos se quedan sin una mano de obra joven necesaria para su recuperación y desarrollo.

La corrupción política y la inestabilidad:
La falta de estabilidad política y de un marco legal claro, así como la corrupción de los gobiernos condicionan a los inversionistas, que a menudo no se ven motivados para invertir en determinados lugares.

El Modelo Centro-Periferia:
Los desequilibrios que existen entre los países y los flujos que se establecen alrededor de ellos permiten diferenciar entre grandes dominios en el mundo:

Centro: incluye a los países que exportan productos industriales y tecnología de alto valor, realizan inversiones más allá de sus fronteras mediante la instalación de filiales de sus multinacionales, e imponen su dominio a través del control de precios de sus productos. Estados Unidos, Europa occidental y Japón son sus mejores representantes.

Semiperiferia: En estos países coexisten rasgos de atraso y modernidad, lo que genera fuertes desequilibrios internos. Entre ellos están los nuevos países industriales asiáticos, los del Cono Sur de Iberoamérica, los de Europa del este, la región costera de China, ciertas regiones de la India y parte de las repúblicas.

Periferia: Se identifica con aquellos países especializados en la producción y exportación de materias primas o productos industriales de escaso valor. Estos son países que se basan fundamentalmente en la explotación de una mano de obra barata, pero que necesitan importar capital y tecnología, lo que suele provocar un elevado endeudamiento y un escaso control sobre sus propios recursos. África, Asia meridional y buena parte de Centroamérica y América del Sur padecen todavía esta dependencia.