25/7/09

Hola Jóvenes,
Por aquí les dejo un pequeño artículo, para que realicen una lectura reflexiva y comenten la postura que asumen frente a lo que se dice allí.
¡Mucho ánimo y disposición!

LA INDUSTRIA Y LA TECNOLOGIA

La historia de la humanidad va ligada al empleo de útiles, herramientas y máquinas, desde una sencilla punta de flecha hasta el más moderno acelerador de partículas. Multitud de los aparatos de los que hoy disfrutamos, hunden sus raíces en ingenios que vieron la luz hace más de un siglo. Desde nuestra perspectiva, todos éstos han cumplido, y cumplen, su papel en el momento histórico en los que les tocó nacer. Todos ellos llevan impresa la huella del ingenio y de la habilidad de una enorme cantidad de personas que hicieron posible un crecimiento, impensable hace sólo unos años, de la técnica en nuestros días.
Desde el despertador que suena por la mañana en nuestra mesilla, pasando por la cafetera del desayuno, el vehículo que nos lleva a nuestro trabajo, el ordenador, el teléfono, la radio, la televisión, el bolígrafo etc. nos recuerdan que vivimos en un mundo tecnológico.
Este mundo tuvo su gran despegue en la primera mitad del siglo XVIII, con la transformación de fenómenos naturales conocidos en fuentes de energía rentables y de aplicación generalizada. La máquina de vapor, primero en las minas y luego en los ferrocarriles, cambió el curso de la humanidad. Nuevas industrias, nuevas necesidades, nuevos productos que nos conducen a velocidades vertiginosas al mundo que conocemos actualmente.


LA DIVISION DEL TRABAJO

Se llama división del trabajo, a la separación de las operaciones productoras. Cada obrero se ocupa siempre de la misma clase de operaciones, y entre todos los obreros de una fábrica se alcanza un resultado común por la reunión de sus esfuerzos.
En la práctica es hoy día tan importante su aplicación, que sólo con ella y por ella puede haber grande y buena producción; pudiéndose también añadir que la división del trabajo camina al compás de la civilización del mundo, pues cuanto más adelantado es un pueblo, más divide el trabajo y más separa las ocupaciones, porque con ello consigue mayor aumento de fuerza productiva y mejor satisface las necesidades de la producción.
Por sencillas que parezcan las operaciones industriales, siempre son susceptibles de descomponerse, de donde se infiere que la divisibilidad del trabajo tiene analogía con la divisibilidad de la materia.
La división del trabajo, implica también la solidaridad humana, puesto que obliga a todos los hombres a auxiliarse mutuamente; así el sastre, por ejemplo, necesita de la cooperación del tintorero, del dibujante, del tejedor, del ganadero, del agricultor, de los fabricantes de herramientas, y en fin, de muchos hombres.
La historia de la división del trabajo confirma esta aserción; los primeros hombres procuraron bastarse a sí mismos, cazando, pescando, fabricando sus armas y confeccionando sus vestidos; pero al brotar la civilización se multiplicaron los productos y se sucedieron los cambios, y entonces nació la división del trabajo, según las profesiones, pues hubo ya clases de cazadores, pescadores, pastores, labradores, artesanos y mercaderes; con el tiempo, la civilización fue adelantando y las profesiones subdividiéndose, y así los artesanos fueron carpinteros, herreros o tejedores, y los mercaderes merceros, pañeros o abastecedores; no cesó aquí la división del trabajo, pues como la fabricación de cada objeto requiere una larga serie de procedimientos, cada obrero se aplicó a una sola operación, y hubo en una misma fábrica, forjadores, laminadores, niqueladores, etc.
La división del trabajo también la practican las naciones para aumentar la producción, y por eso vemos que el café, el azúcar y las especies son propios de los países cálidos; el vino, el aceite y los cereales de los templados; y el musgo, el liquen y el abadejo de los fríos.
Para demostrar el aumento de la fuerza productora que se consigue con la división del trabajo, nos presenta Smith el ejemplo de una fábrica de alfileres, en la cual diez operarios encargados de dieciocho operaciones, divididas entre ellos, producen 48.000 alfileres por día, o sea 4.800 alfileres por cada hombre; mientras que si cada obrero de por sí hubiera tenido que hacer las dieciocho operaciones, o sea estirar el alambre, cortarle, encabezarle, lustrarle, encartonarle, empaquetarle, etc., difícilmente hubiera podido hacer 20 alfileres al día.
En la fabricación de agujas, se cuentan ciento veinte operaciones, para estirar los alambres, templarlos, cortarlos, calibrarlos, afilarlos, acanalarlos horadarlos, prendarlos, empaquetarlos, etc.; pues bien, si cada obrero tuviera que practicarlas todas, sólo produciría al día una docena de agujas, y sin embargo, hay fábrica que con un corto número de hombres, teniendo distribuidas dichas operaciones, produce 100.000 agujas diarias. Esto mismo sucede en la fabricación de plumas, en la de lapiceros, en la de hilados, en la de tejidos, en la de curtidos, en la de papeles, en la de vidrios, en la de lozas, y en todas las demás, pues no hay ramo de industria donde no se acreciente la producción con la asociación de esfuerzos, por medio de la divisibilidad del trabajo.
Se atribuyen, sin embargo, a la división del trabajo, ventajas e inconvenientes.
Las ventajas son:
1. Que el obrero adquiere mayor habilidad en operaciones sencillas y repetidas con frecuencia.
2. Que no pierde tiempo en pasar de una operación a otra, cambiando de sitio, postura o herramienta.
3. Que a fuerza de repetir siempre la misma operación, consigue facilidad para descubrir procedimientos más rápidos, sencillos e ingeniosos.
Los inconvenientes son:
1. Que entorpece el espíritu del hombre al sujetarle a practicar siempre la misma operación, que es muchas veces mecánica.
2. Que hace aprender al trabajador una sola parte del oficio, y no puede por lo tanto desempeñar por completo ese oficio.
3. Que hace al obrero dependiente del fabricante, puesto que como no sabe hacer más que una parte del producto, no es fácil que encuentre donde trabajar cuando sea despedido.
4. Que los trabajos llegan a convertirse en monótonos, por su sencillez, igualdad y repetición constante.
5. Que aumenta demasiado la producción y puede con ello dar lugar a que se presenten las crisis industriales.
La división del trabajo tiene límites naturales, o basados en las necesidades del consumo, la importancia del capital y la facilidad de los transportes, pudiéndose decir: primero, que a mayor consumo, más capital y mayor transporte, hay mayor separación de operaciones, o sea más divisibilidad; segundo, que a menor consumo, menos capital y mal acarreo y transporte, hay menor separación de ocupaciones, o sea menos divisibilidad. De aquí que en una capital populosa, rica y frecuentada, existan almacenes en los que solo se vende café, dulces, paños, relojes, sedas, vinos, alfombras, muebles, etc.; y que en una aldea pequeña, pobre y aislada, exista tienda en la que se venden telas, quincalla, calzado, aceite, vino y otros numerosos artículos.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA INDUSTRIA

Uno de los principios fundamentales de la industria moderna es que nunca considera a los procesos de producción como definitivos o acabados. Su base técnico-científica es revolucionaria, generando así, el problema de la obsolescencia tecnológica en períodos cada vez más breves. Desde esta perspectiva puede afirmarse que todas las formas de producción anteriores a la industria moderna (artesanía y manufactura) fueron esencialmente conservadoras, al transmitirse los conocimientos de generación en generación sin apenas cambios. Sin embargo, esta característica de obsolescencia e innovación no se circunscribe a la ciencia y la tecnología, sino debe ampliarse a toda la estructura económica de las sociedades modernas. En este contexto la innovación es, por definición, negación, destrucción, cambio, la transformación es la esencia permanente de la modernidad. El desarrollo de nuevas tecnologías, como ciencias aplicadas, en un receptivo clima social, es el momento y el sitio para una revolución industrial de innovaciones en cadena, como un proceso acumulativo de
tecnología, que crea bienes y servicios, mejorando el nivel y la calidad de vida.